Es difícil encontrar combinaciones más sencillas que la del tradicional carajillo.
Su origen más probable se sitúa en la Cuba del XIX, donde a los soldados españoles les servían café con ron para darles «corajillo».
Aunque actualmente se tome con ron, anís, brandy o coñac, te proponemos una versión con Barbarum, más suave, elegante y sofisticada.
Ingredientes
- 2 – 3 partes de café (al gusto).
- 1 parte de Barbarum.
- el azúcar es opcional.
Preparación
1 Servir el café caliente en un vaso o taza.
2 Añadir el Barbarum y remover con cuidado.
3 Si se desea, puede añadirse un poco de azúcar.